CÓMO SE APLICAN LOS FUNDAMENTOS DE LA
LIBERTAD Y LOS PENSAMIENTOS DE HAYEK A LA REALIDAD NACIONAL
FUNDAMENTOS DE LA LIBERTAD
FRIEDRICH HAYEK
Elaborado por: Carlos Rafael Martínez Ríos
Quetzaltenango, 29 de marzo de 2017
Iniciar diciendo
que las ideas de Hayek no se aplican en la sociedad guatemalteca, sus
pensamientos aunque interesantes distan bastante de que se puedan aplicar
derivado que tenemos un sistema por demás proteccionista en el que se piensa
que la libertad debe estar absolutamente protegida, y desafortunadamente entre
más se busca proteger más se pierde entre la multitud de leyes y políticas que
dominan al Estado guatemalteco.
Sin embargo,
resulta interesante como las ideas de Hayek podrían aplicarse a un Estado como
el guatemalteco; de hecho, sería innovador y ambicioso un proyecto que
contemplara los fundamentos de la libertad tal y como la describe el autor. Por
lo que el presente ensayo más que centrarse en cómo se aplica Hayek tratará de
plantear un cómo es la sociedad guatemalteca o mejor dicho el Estado
guatemalteco en su actual realidad y cómo podrían aplicarse las ideas de Hayek
al mismo.
Los órdenes
sociales por los cuales se rige la sociedad guatemalteca, son tan diversos, que
una persona no puede realmente sentirse libre; por doquier existen
instituciones sociales y jurídicas que pretenden regular el derecho de libertad
de las personas. Existe un sentido absurdo de proteccionismo que hace que quien
se encuentre dentro de él no pueda expandir sus alas porque las tiene sujetas
para que no se le lastimen. Es cómo querer poner en el camino de los niños
esponjas por doquier, con la finalidad de protegerlo al momento de que se
caiga, sin saber que lo que necesita precisamente es tener el espacio para
caerse cuantas veces sea necesario con la finalidad de que pueda aprender a
caminar y a no lastimarse luego de sentir el dolor de hacerlo.
Las iglesias, el
sistema educativo, la familia, los amigos, todos aquellos controles sociales
están configurados de tal forma que lejos de darle libertad a la persona, se la
limitan, coaccionándola a que actúe de una u otra forma; la iglesia habla del
libre albedrío y al mismo tiempo reglamenta a la persona como debe actuar; el
sistema educativo que para nada educa, instruye a los niños y a las personas
para pensar de una u otra forma; de tal manera que uno termina siendo un
producto de su educación; si se está en la San Carlos obviamente no se termina
pensando como aquella persona que está en la Marroquín; el landivariano no
pensará como el de la rural o la mesoamericana, etcétera; la familia por su
parte conduce a sus miembros hacia donde el padre o la madre quiera dirigirlos,
incluso encaminándolo a tal o cual equipo seguir, a tal o cual partido votar, o
a tal o cual persona escoger para realizar una alianza matrimonial, aunque no
estamos en la edad media, aún hoy muchas personas escogen la pareja en base a
los parámetros que su propia familia le ha mandado y no con la libertad que
debería tener; aún y cuando crea que la escogió independientemente de lo que
dijera su familia; por otra parte los amigos y cualesquiera otros círculos
sociales (como los clubs por ejemplo) influyen a tal punto en la persona que
realmente no se puede mantener un parámetro de libertad pues todo nos ha
conducido de una u otra manera a escoger o dejar de escoger lo que se supone
queremos; no puede haber una libertad absoluta, pero por otra parte tampoco se
puede tener absolutamente el poder de decisión sobre la vida de otras personas.
Lo anterior en
cuanto a los controles sociales; hablando del control formal, es más que
evidente que el exceso de leyes, de reglamentos, de instituciones
gubernamentales y de toda actividad administrativa del Estado conlleva a una
coacción hacia las personas, a pesar de que existe reconocida la libertad de
actuación constitucionalmente, lo cierto es que casi no hay actividad humana
que no esté regulada, o que en estos momentos un casi analfabeta diputado no
esté pensando en reglar, pues pareciera que se mide la labor del legislador por
las leyes que presenta y vota que por la depuración que debería hacer de las
tantas leyes obsoletas que tenemos.
Por otra parte
la sociedad en su dejadez de actuar, (aunque la acción humana también implica
su contraparte que es dejar de hacer) ha permitido que otras personas, las
minorías, tomen decisiones basadas en criterios supuestos que beneficien a las
mayorías, a tal punto, que no solamente encontramos diputados que deciden por
nosotros como si realmente tuvieran la legitimidad de hacerlo, sino que cualquier
empleado público con un puesto de bagatela, se cree con el poder de decidir
sobre lo que es mejor para nosotros o no, o simplemente de decidir no hacer las
cosas que se le piden porque no está dentro de sus prioridades hacerlo. El
dejar que esto suceda limita la libertad también, pues nos ajustamos a lo que
otros quieran sin ejercer la menor de las resistencias.
Aunque hay
algunos sectores de la llamada sociedad civil que también se creen con la
facultad de resistir por nosotros, cuando ni siquiera pueden consultar y la
sociedad tampoco les exige hacerlo.
Por otra parte
tal y como lo dice Hayek, la libertad se halla amenazada en muchos campos
debido a nuestra excesiva tendencia a abandonar las decisiones en manos de los
expertos o a aceptar sin demasiada crítica su opinión de un problema del que
íntimamente solo conocen un pequeño aspecto.
Es decir, no
solamente son las decisiones que se toman a nivel administrativo en el Estado,
sino que aquellas por las cuales al no opinar porque tenemos la pereza de
estudiar, dejamos en manos de supuestos expertos la opinión pública de temas
que nos interesan.
Basta con ver
por ejemplo a raíz del caso de la quema de las adolescentes en el Hogar seguro,
como todos los medios y debates se encaminaron a lo políticamente correcto en
ese momento, es decir, atacar a quienes tenían el deber de cuidado de las
adolescentes (a quienes pintaban como niñas) en el momento de suceder la
tragedia; y otros más rasgándose las vestiduras y hasta hablando de querellarse
y atender a las familias de ellas. Cuando alguien osaba hablar al aire o por
medio de redes sociales sobre la responsabilidad primaria de las familias y
sobre el hecho de que son precisamente esas personas que se dicen victimas
también; quienes en primer lugar no tuvieron el deber de cuidado con ellas,
inmediatamente los expertos salían a contradecir la libertad de expresión de
los pocos disidentes, argumentando que ellos los dueños de la razón, opinaban
que es solamente el Estado (confundiendo al gobierno) el único responsable por
que fue encomendado para eso. Por otra parte, esos expertos también callaron
cuando murieron los monitores en la toma de gaviotas invisibilizando el acto
como una lucha entre pandillas por la
toma de control del centro de detención. Es así como permitimos que esos
llamados expertos aunque sepan poco del tema nos guíen hacia un tipo de
pensamiento social.
Si se toma la
libertad como la ausencia de coacción, no cabe duda que en Guatemala adolecemos
de ese derecho fundamental que tanto se pregona, el ideal de libertad que tanto
pregona el himno guatemalteco no es más que una quimera difícil de alcanzar;
incluso derechos fundamentales establecidos constitucionalmente han sido
vulnerados por el poder coactivo que deriva de varios aspectos, por ejemplo, la
privacidad de las comunicaciones, un derecho fundamental, se ve restringido
porque el ministerio público es incapaz de llevar a cabo una investigación en
la que no se puedan presentar escuchas telefónicas, por otra parte está la
presión de organismos extranjeros que buscan una justicia selectiva y peor aún
porque se piensa que llevados de la mano del derecho funcionalista o derecho
penal del enemigo se puede invadir la espera privada de las personas por el
llamado bien común que dicho sea de paso es un ideal inalcanzable.
Una vez más la
realidad nacional nos indica que la excepción se ha convertido en la regla, la
coacción es la regla general y la libertad es pequeñas esferas de actuación se
ha convertido en una pequeña gota de miel dotada en medio de un desierto cuyo
principio y final no se logra percibir.
Quiero retomar
en este punto lo que Hayek puntualiza cuando dice que: “la coacción es precisamente un mal, porque elimina al individuo como
ser pensante que tiene un valor intrínseco y hace de él un mero instrumento en
la consecución de los fines de otro”. Pese a que muchos llamados marxistas
o socialistas puedan decir en este punto que es lo que hace la clase burguesa o
las oligarquías, no se puede dejar por un lado que en efecto la mayoría de guatemaltecos
han sido adiestrados para ser seres vegetativos que no pueden pensar más que en
función de lo que otros quieren, si se quiere ver la clase política, la
empresarial, los medios de comunicación, etcétera; mientras la sociedad no
despierte del letargo en el que se encuentra, no solamente dejaremos que otros
mal llamados expertos dirijan el pensamiento que tengamos sino que encima de
ellos nos coaccionen a elegir tal y como ellos quieren en sus propios fines. No
por esto se quiere argumentar a favor de una revolución pero si es necesario
brindar los mecanismos para que la misma ley y los controles sociales sean cada
vez menos.
Al final, si la
persona es libre de hacer o no hacer, producto de sus decisiones pensantes
tendrá que encontrar el camino, o terminar de perderse en él. Incluso el
perderse es un acto de libertad que al día de hoy no se le permite al
guatemalteco.
Ante esto se
puede uno preguntar y ¿para qué la libertad, o por qué deseo libertad?
Muchos están a
gusto en su esfera de comodidad, no les importa realmente ni siquiera pensar si
son libres o no, les basta con tener un trabajo, mejor si para el Estado, donde
planifican su vida alrededor de la pensión que van a recibir veinte años después,
y si fuera de su círculo de importancia hay o no libertad no les importa mucho;
creo que una vez más Hayek da la respuesta al decir que “lo que importa no es la libertad que yo personalmente desearía
ejercitar, sino la libertad que puede necesitar una persona con vistas a hacer
cosas beneficiosas para la sociedad. Solamente podemos asegurar esta libertad a
las personas desconocidas dándola a todos”; el error de pensar que
asegurando (aunque sea una ficción) mi propia libertad no importa la de los
demás o dejando libre de coacción los derechos de otra persona para ejercitar
su libertad no me voy a beneficiar de ella, es muy común; veamos por ejemplo el
caso de la restricción de venta de huevos mexicanos, es más que obvio que al
restringir la entrada de huevo mexicano se está coaccionando a otras personas
en su libertad de comercio, y aunque no me interese consumir al huevo mexicano
porque me crea la campaña llena de falacias que nos vende la ANAVI, podría
estar cometiendo un error al no percatarme que si se tiene por otras personas
la libertad de comercio, al final esto contribuiría a que las avícolas nacionales,
bajaran sus costos, mejoraran su producto y el beneficio me guste o no también sería
para mí. El triado discurso de que por estas medidas se hacen más ricos los
ricos y más pobres los pobres no tiene sustento. En efecto se pueden hacer más
ricos los que ya lo son pero mi calidad de pobre si se quiere ver así, también
mejoraría, no es lo mismo comparar el pobre de Guatemala con el pobre de Haití
o el pobre de Londres o Finlandia; aún se crea que hay desigualdad en estos países,
los más se benefician tarde o temprano
de las condiciones de los menos.
De ahí que la
libertad que se le da a otros beneficia indefectiblemente a todos en la
sociedad, en la medida de que puedan gozar de sus derechos lejos dela coacción
de instituciones o leyes que pretenden controlar todo absolutamente.
Toda libertad es
importante, la sociedad está entrelazada a tal punto que inclusive la libertad
de pensamiento es fundamental para que el país desarrolle y exista el progreso personal;
tanta libertad merece el comerciante como el libre pensador, desafortunadamente
en nuestro país pareciera que es solamente bien vista la libertad de
pensamiento cuando es positiva (refiriéndome al gobierno y sus políticas y acciones,
porque dudo que tengan una política clara), es decir, se ensalza el pensamiento
positivo de cambios y de avances, pero se censura cuando hay un pensamiento y
expresión contraria a los intereses del gobierno; ya la corte interamericana de
derechos humanos se manifestado en varias sentencias, en especial en la última
tentación de cristo, en que la libertad de expresión y pensamiento debe abarcar
no solamente lo positivo sino también lo negativo, de tal forma que ante todas
las críticas los funcionarios públicos e incluso los ciudadanos en común
debería dejar fluir siempre y cuando no atenten contra el honor o constituyan
otro tipo de delito, cualesquiera expresiones que se den en su contra. Como bien
lo dice el autor también: “la importancia
de la libertad, no depende del elevado carácter de las actividades que hace
posible. Incluso la libertad de acción para las cosas humildes es tan
importante como la libertad de pensamiento. Constituye una práctica común
disminuir la libertad de acción llamada libertad económica”
Por otra parte,
cabe mencionar, que es una realidad nacional el hecho de que no hay libre
competencia; cómo entonces poder hablar de libertad de competencia y de
facilidades para el comercio si cuando se compara con otros países el tiempo
que lleva formar una empresa es notoriamente abrumante el que en el país le
pongan peros a todo; y más aún cuando hay notorios privilegios para sectores
que no permiten el libre mercado; mientras haya restricciones arancelarias y se
pretenda proteger el comercio interno limitando las importaciones y
exportaciones estaremos estancados; será el momento en que cualquier persona
pueda acceder a importar y exportar en iguales condiciones que los demás que
podremos hablar de una verdadera libertad de comercio, mientras tanto
seguiremos sumidos en un absurdo proteccionismo que no lleva a nada, o por lo
menos que no beneficia a la sociedad en general.
Dejando la parte
introductoria de la libertad me gustaría tomar como base para el resto del
ensayo, lo que Hayek argumenta cuando habla de la persecución de las propias
finalidades, presentando de forma muy clara su pensamiento al decir que “el
altruismo general, es sin embargo, una concepción carente de sentido. Nadie
puede cuidar eficazmente de los extraños. La responsabilidad que podemos asumir
deben ser siempre particulares y pueden referirse sólo a aquellos de quienes
conocemos hechos concretos y a quienes o la elección o ciertas condiciones
especiales han unido a nosotros”
Guatemala tiene
un sentido particular del altruismo, más para callar la conciencia que para
ayudar realmente; se cree que se cuida a los extraños cuando en realidad los
subsume en la misma condición en la que los han encontrado.
Bajo la
fantasiosa creencia de la solidaridad el asistencialismo.
Regresando al
ejemplo de las adolescentes del Hogar seguro;, en una de las universidades del
municipio existe una campaña de voluntariado en este momento para cooperar con
las familias de las niñas quemadas en el hogar seguro, y su forma de
cooperación es captar ayuda económica, víveres y ropa para las familias de las
niñas, (familias que dicho sea de paso las habían abandonado, es decir, se está
premiando la irresponsabilidad del cuidado de las niñas y hasta otorgando una
especie de premio a quienes en primer lugar violaron sus derechos); en otra de
las universidades un grupo de estudiantes organizados anualmente se dedica a
recolectar ayuda económica para compra de víveres y utensilios a personas de
escasos recursos, bajo el lema de ser altruistas con las causas justas. El guatemalteco, en principio es así, piensa
que resuelve los problemas de otros o los aminora dándole lo que le sobra sin
percibir más utilidad que dormir ese día pensando que cambió al mundo para
buscar una causa diferente al día siguiente en la que pueda volver a dar lo que
le estorba y sentirse orgulloso de eso.
Por otra parte,
los gobiernos piensan que asistiendo a los llamados necesitados es suficiente
para cumplir con su labor, propiciando con sus políticas asistencialistas,
mediáticas y temporales que las personas continúen en el mismo círculo viciosos
de estirar la mano y no entregar nada a cambio; ni que decir de las llamadas
cooperaciones para el desarrollo que ni son cooperaciones ni desarrollan en
absoluto.
Si el trabajo es
un medio, lo que menos se propicia es este, por la fachada de altruismos que
nos rodea; si no hay un intercambio producto del trabajo de los otros, no tiene
una razón de ser; pues no propicia un beneficio para ambas partes sino
solamente para una; estas acciones que son producto de la actividad humana son
subsidiarias pero no cooperativas.
Mientras la sociedad guatemalteca tenga este
tipo de numen no creo que se pueda hablar de responsabilidad y libertad sino
más bien de explotación y no del tipo en el que el poderoso explota al débil
como lo pintan algunos pensadores, sino del que no hace nada productivo a su
sociedad y explota al que si lo es. Porque aunque sea una política de gobierno
el asistencialismo, lo hace con el producto del trabajo de los que pagamos
impuestos y que no obtenemos más que una carga de este tipo de personas que
subsisten en un mismo nivel de
satisfacción pero sin ser parte cooperante de la sociedad.
Es necesario
aclarar también, que la responsabilidad y libertad debe ir desde lo individual en
una sociedad como la guatemalteca debe entenderse no desde las actuaciones
grupales como sociedad, sino desde el la suma de la responsabilidad de cada uno
de los individuos, es decir, tener clara la premisa que la persona siempre
actúa de forma individual, aun cuando manifiesta por ejemplo, que todos somos
guatemaltecos, o que estamos hablando de la sociedad guatemalteca, se debe
tener claro que son tantas acciones individuales como guatemaltecos conviven en
la sociedad, por eso precisamente es que hace falta un engranaje adecuado en la
sociedad cuando solamente son unos los que colaboran y los otros accionan
individualmente pero sin una relación de los unos con el todo, sino de
solamente vegetar.
Habiendo dicho lo
anterior, si el fin es el desarrollo mediante el progreso individual, uno de
los medio es la responsabilidad en ese progreso.
No se puede
hablar de desarrollo en una sociedad como la guatemalteca, sino se empieza por
lograr el progreso individual en coordinación con el resto de las personas. Si
bien mi fin será particularmente egoísta si se quiere ver así, ese fin se puede
alcanzar en relación a que los demás también alcancen los suyos.
Guatemala vive
de glorias pasadas, muchas de las cuales son cuestionables como la revolución
del cuarenta y cuatro, por ejemplo, pero
si se enfoca la sociedad en eficiente el tiempo ya no teniendo un retrovisor
frente a su cara todo el tiempo, que lo lleva a eventos pasados, sino que
encaminado en función de tiempo futuro, la sociedad puede ir cooperando poco a
poco de tal forma que se cambiarían las glorias pasadas por las futuras, todas
ellas mediante una acción humana concertada en la que todos ganen en la medida
en que también aportan. Dejando al gobierno la administración del estado como
tal, administración que solamente es funcional.
El desarrollo
entonces será producto de la acción concertada, eficientada en razón del tiempo
también.
Si bien es
cierto la tasa de desempleo en Guatemala es alta, también lo es que muchas
personas sobreviven o vegetan no por que no puedan trabajar sino porque
simplemente han decido no hacerlo irresponsablemente; este tipo de personas improductivas no
beneficia al país porque no se genera desarrollo sino un estancamiento por no
salir de su círculo de asistencialismo que ha producido el llamado altruismo
(sin control), de querer salir de ese círculo se haría necesario que formaran
parte del hilo y no el contrapeso que no permite a la cometa elevarse más.
Si existiera un
verdadero libre comercio en Guatemala, y el Estado no quisiera acaparar todos
los servicios, el gasto público sería menos, los impuestos se encausarían
en base a prioridades, y habría menos
desempleo producto de la empresarialidad
libre; repito lo dicho; si bien es cierto los que son ricos serían más
ricos, los que son pobres y desempleados tendrían las oportunidades que están
actualmente buscando; en la medida que la empresarialidad no encuentre
problemas en su actuación, en la misma medida se generan más y mejores
oportunidades para los demás; es una relación de cooperación en la que una
persona obtiene ganancias por su actividad en el mercado y la otra recibe el
pago para poder subsistir y generar para si también; es una relación de
cooperación en la que se desarrolla el país y progresa la persona.
Si el estado
subsidia a las familias por el número de hijos, por el desempleo y por tantas
otras cosas, lo que está haciendo es crear una masa que solamente vegeta y se
aprovecha del sistema.
Derivado de lo
anterior; se hace necesario hablar entonces de un uso responsable de la
libertad.