miércoles, 7 de febrero de 2018

El genio de Occidente. Capítulos I y II

Capítulos I y II
EL GENIO DE OCCIDENTE. Louis Rougier
Racionalismo griego
Elaborado por: Carlos Rafael Martínez Ríos
Quetzaltenango, 7 de febrero de 2018

El abordaje inicial que hace el autor determina dos columnas del pensamiento, uno el que se guía por la opinión, y el otro por la verdad. Aunque ambos pueden buscar lo mismo, difiere el método o la falta de él.
La opinión y las creencias se fundamentan en lo que subjetivamente se quiere pensar que es la verdad; tal y como muchas instituciones lo han hecho en el tiempo, las religiosas, por ejemplo, que continuamente están acoplando sus creencias u opiniones a la modernidad, por no decir a la verdad científica. El autor lo muestra en la alegoría de los tres niveles griegos de inframundo, tierra y olimpo, es decir, infierno, mundo material y el cielo.  La Iglesia se ha ido adaptando y justificando con el devenir de los tiempos con frases como: “si toda la verdad fuera desvelada no podríamos asimilarla” o “Dios en su sabiduría ha sabido mostrarnos la verdad de las cosas en su tiempo y no en el del hombre”, por ejemplo Juan Pablo Segundo eliminó el purgatorio parafraseándole, diciendo que el infierno no es ese lugar de llamas eternas sino que es un estado mental y espiritual y que el ascender al cielo y el descender a los infiernos no se puede tomar de forma textual tal y como se manejó por la iglesia primitiva.
Mientras que la ciencia demuestra a través del método que la verdad se puede descubrir y es tal si y solo sí por una parte se puede repetir el resultado o en todo caso falsasionar el mismo tomando en cuenta supuestos auxiliares (Popper)
El uso de la razón permite descubrir o desvelar los misterios a partir no de las creencias sino de la inteligencia, que es la parte más importante abordada en estos primeros capítulos.
EL pensamiento griego poblado de mitología en un principio fue avanzando con el tiempo y ha llegado a nuestros días con las bases fundamentales de pensadores como Sócrates, Platón, Aristóteles y Pitágoras entre otros.
Ellos dan un giro a las explicaciones mitológicas que aunque atractivas y simbólicas no permitían que el sentido se desarrollara para quienes se conformaban con las explicaciones fantasiosas de los fenómenos natrales y sociales; a partir del mundo de las ideas y de la razón se crean vertientes que permiten dar explicaciones a estos fenómenos por la vía del razonamiento y aunque muchas de las escuelas fueron herméticas, iniciáticas y secretas como la pitagórica, siempre se preocuparon por que los iniciados en esos llamados augustos misterios fueran personas con la capacidad para comprender ciencias como la geometría, la arquitectura, matemática e incluso la música, de tal forma que el conocimiento era desvelado por estadios o grados pero con base a un método.

Pese a este interesante camino mostrado  por Rougier, es de manifestar también que su juicio sobre la medicina mágica y sacerdotal del Oriente como él la llama a pesar de estar basada en creencias y no en la lógica del pensamiento fundado por el Occidente, también en su momento ha tenido explicaciones científicas; explicaciones que quizás en el tiempo fueron posteriores y muy probablemente basadas en el pensamiento occidental, la cuestión es preguntarse si necesariamente la humanidad debe ir toda caminando al mismo ritmo o si somos hijos de nuestro tiempo y de nuestras culturas y sociedades, pues de ser así es dable entonces dar un margen de apreciación, pues inclusive la mitología o espiritualidad maya tiene fundamentos que pueden ser comprobados científicamente.  De tal forma que el pensamiento de occidente si bien es fundamental en el desarrollo de la humanidad tampoco es el único, quizás hace falta analizar desde una perspectiva etic (hay formas de análisis etic y emic) otras formas igual de interesantes.