EL GOBIERNO MAYORITARIO. Capitulo VII.
FUNDAMENTOS DE LA LIBERTAD
FRIEDRICH HAYEK
Elaborado por: Carlos Rafael Martínez Ríos
Quetzaltenango, 17 de febrero de 2017
No se puede dudar que los
postulados de la democracia siguen vigentes, por lo menos en la práctica, es
decir, el principio del voto secreto, un voto por persona y el voto de la
mayoría como requisito para la toma de decisiones.
Sin embargo, esa mayoría no
siempre es la representativa, tal el caso de recientes elecciones en el colegio
de Abogados por ejemplo. Con un número de colegiados de más de veinte mil, y el
sufragio de menos de cinco mil votantes, se puede decir que formalmente la
planilla ganadora lo es por mayoría, pero esa mayoría de votantes no representa
ni la tercera parte del toda de agremiados.
Lo mismo sucede en la democracia
actual. Los principios de la misma siguen vigentes pero habría que preguntarse
qué tanta representatividad tiene esa mayoría y si las decisiones que luego se
toman son verdaderamente lo que se necesita.
Que una gran mayoría tome
decisiones no significa que esas decisiones sean las necesarias o las más
inteligente y más aún que respondan a los intereses de la general.
La democracia hoy por hoy es un
sistema que va evolucionando, en esa misma evolución y bajo la premisa de
ensayo y error se debe permitir que encuentre su propio rumbo, sin embargo la
ventaja de la misma es que siendo parte de la minoría es cuando el individuo
puede hacer los cambios.
No existe una comunidad homogénea
por lo tanto hay una riqueza en la diversidad de ideas, las mejores ideas son
las que nacen precisamente a contracorriente, pues obligan a la persona a ser
un ente pensante y no un intelectual orgánico.
El gobierno mayoritario no
permite que la gran mayoría de personas evolucionen en sus pensamientos, pues
la holgazanería intelectual se manifiesta en el hecho de que se vota por lo que
los más quieren y no por lo que necesitan, de hecho muchas de las veces se vota
porque la mayoría así lo quiere y no porque se tenga un criterio fundamentado
de lo que se quiere.
Resulta mucho más fácil el votar
por votar y no quedar mal con la general de las ideas que sentar sus propios
pensamientos y analizar detenidamente lo que se quiere.
Esta es una ventaja también, pues
en esta contracorriente las personas expresan de manera más libre y sin coacción
sus ideas, se esfuerzan dentro de la minoría a sobresalir con sus ideas y luchan
por lo que creen y piensan. No se puede decir que la opinión mayoritaria haya
sido siempre la misma, en algún momento la opinión general tuvo que nacer de la
contracorriente y tuvo que nadar y sobrevivir
así hasta ubicarse en una posición de dominio y aceptación.
Por otra parte es interesante que
junto con la necesidad de imperar las ideas se analice a quienes es preferible
tener en un gobierno mayoritario.
Hoy por hoy en el sistema
democrático que se ostenta, llegan al poder y a puestos de dirección
analfabetas intelectuales que se dedican a mantener un status quo que no
permite la evolución de la sociedad como tal. Me pregunto no sería mejor dejar
en manos del gobierno a personas sabias e informadas para que tomen el rumbo, a
riesgo de que se perpetúen en el mismo pero brindando mejores resultados
Personalmente preferiría tener un
gobernante eterno que se sabio e inteligente, junto con otros más que de igual
forma manejen adecuadamente el gobierno, no por su edad sino por sus
experiencias que estar votando cada cuatro años por la opción que se piense sea
mejor y que termine siendo y haciendo lo mismo que siempre.
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