viernes, 24 de febrero de 2017

LA COACCIÓN Y EL ESTADO. Capitulo IX.

LA COACCIÓN Y EL ESTADO. Capitulo IX.
FUNDAMENTOS DE LA LIBERTAD
FRIEDRICH HAYEK
Elaborado por: Carlos Rafael Martínez Ríos
Quetzaltenango, 24 de febrero de 2017

 Aunque Hayek en los capítulos anteriores habla fundamentalmente de la libertad, en este capitulo hace una entrada interesante al tocar el tema de la coacción. Pues la categoriza en un sentido por demás amplio, lo que en un principio el lectura pudiera haber interpretado como la simple acción por la cual se obliga a una persona a hacer o dejar de hacer lo que no está obligada por la ley (así de simple lo vemos algunas veces los abogados); en este capítulo se amplía incluso a estructuras mentales por las cuales aunque una persona pueda tener la opción de escoger entre varias alternativas aún así podría estar siendo coaccionada por un agente externo que disminuya su capacidad mental para poder escoger de forma libre y capaz.
Es interesante en igual forma como demuestra que aun existiendo monopolios los mismos no coaccionan a las personas salvo se tratare de servicios esenciales, como en el caso de los monopolios nacionales en estados socialistas; pues aun existiendo; uno puede tener la capacidad de escoger o no el requerir del servicio o del bien; algo que abre una interesante  discusión, porque aun existiera un pequeño porcentaje de competencia y la persona pudiera escoger entre adquirir el servicio u optar por la competencia, algunas veces los servicios son tan restringidos y los bienes tan indispensables que no queda otra opción que adquirirlos, el caso de los monopolios del servicio de clave por ejemplo o el de servicios de telecomunicación en países donde solo existe una o dos empresas y no hay una competencia abierta, y si la hay es restringida y más cara.
Sin duda un punto importante es el reconocimiento de la propiedad privada, en cuanto que se consagra como un derecho fundamental; este derecho es reconocido en todas las constituciones de países con gobiernos democráticos; tan así que inclusive el Estado tiende a protegerla por encima de muchos más derechos, el reconocimiento de la propiedad como primer paso en la delimitación de la esfera privada en el caso de Guatemala tiene una notable importancia; si bien es cierto aún falta mucho por brindar seguridad jurídica a la propiedad privada en el caso de propiedades que no están debidamente registradas, también lo es que basta con intentar invadir una finca en la costa sur para que incluso helicópteros del ejército apoyen en los desalojos a los invasores. El reconocimiento y protección a tal derecho es uno de los que más importancia tiene, lo que resulta lógico si se comprende la protección a la esfera privada de la persona.
Por otra parte es importante destacar que el exceso de legislación disipa la esfera de protección, creando diferenciaciones que no siempre son las mejores, la creación de leyes generales son necesarias y son la única forma válida de coacción que se puede ejercer, aunque resulte paradójico, el Estado debe mantener un nivel de coacción a sus habitantes para evitar  que se dé la coacción entre ellos. Es una forma de coacción proteccionista del resto de las personas, el monopolio de la coacción debe quedar en manos del Estado y ser mínima para poder motivar la libertad y evolución de las personas.
Desafortunadamente en un país como Guatemala, la coacción a la que se ven sujetas las personas es el pan de cada día, basta ver como las pandillas se han arrojado el poder de coaccionar a tal punto que muchas personas han tenido que abandonar sus propiedades a costa de salvaguardar su derecho a la vida y la de sus familias; el interés del Estado se centra en salvaguardar la propiedad privada de otro tipo de personas y no del común de las personas, aunque nadie está exento de ser víctima de las extorsiones y manipulaciones por parte de otros quienes de forma ilegítima coartan la libertad de los demás.



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